Quantcast
Channel: Dominación Femenina – Los Mundos de I
Viewing all articles
Browse latest Browse all 91

Introducción a las relaciones dirigidas por la mujer (FLR)

$
0
0

Aquí la traducción del artículo sobre FLR

Gracias a Gl por la traducción. Buen perro!

Los papeles tradicionales en la pareja incluyen un hombre dominante y una mujer sumisa. Estos roles han ido cambiando para que hombres y mujeres tengan una relación más igualitaria. Sin embargo, algunas parejas disfrutan de una relación en la que la mujer es más dominante que el hombre.

tumblr_ob70bosgun1ul2wqdo1_500

Para que esto funcione, ambas partes deben estar de acuerdo en qué es lo que quieren. La mujer dominante difiere de una dómina en que su papel se amplía para incluir todas las áreas de la relación, no sólo los aspectos sexuales.

Guía básica

  1. Habla con tu hombre sobre el papel que deseas, o que él quiere que tomes como mujer dominante. Algunos hombres sugieren este papel porque lo encuentran más atractivo o cómodo; otros están abiertos a él como una manera de agregar un poco de picante a la relación a tiempo parcial o, en algunos casos, a tiempo completo. Averigua lo que ambos queréis de la relación y cuales son vuestras zonas de confort en el terreno de la dominación.
  2. Haz una lista de las áreas en las que deseas dominar. Puede incluir cosas como las tareas domésticas, las relaciones sexuales, o controlar a que se dedica en el tiempo libre. Enséñale la lista a tu hombre para ver si estas áreas le resultan agradables.
  3. Toma la iniciativa en estas áreas. Dile a tu hombre que tareas debe hacer y cuando debe hacerlas, como pasará el tiempo en sus días libres y que esperas de él en el dormitorio. Algunas mujeres dominantes utilizan la dominación en el dormitorio para incluir posiciones sumisas, y prácticas como técnicas de sujeción, pero siempre dentro del nivel de comodidad de ambas partes.

Entrena a tu hombre para que se adapte a una relación dirigida por la mujer

Como mencioné anteriormente, con el fin de entrenar a tu hombre tendrás que establecer un acuerdo sobre las cosas que quieres que aprenda y las reglas que quieres que practique y que, finalmente, siga. A menos que tu única ambición sean los juegos de dormitorio a tiempo parcial, si no estás de acuerdo con las “relaciones dirigidas por la mujer” o con seguir alguna estrategia para modificar tu relación, no estás preparada para entrenar a tu pareja o para introducir cambios profundos en tu relación.

El hecho es que, cuanto más exijas, más recibirás.

Tu reconocimiento regular y juguetón, pero firme, de él como parte sumisa en tu relación, alentará a tu hombre a ser más servicial mucho más rápidamente de lo que nunca habrías imaginado.

Debe decirse que los principiantes en este estilo de vida a menudo se debaten con el siguiente dilema: lo que tú quieres que aprenda tu hombre en tu relación y lo que él quiere aprender es muy diferente. Con toda probabilidad tu quieres que aprenda a superar sus malos hábitos, a trabajar de forma independiente, a tomar un poco más la iniciativa en los temas domésticos, a encontrar satisfacción en su crecimiento, a ganar confianza en tu liderazgo y a participar dándote su apoyo. Él, en primer lugar quiere aprender a servir tu cuerpo, a obedecer tus órdenes, a complacerte sexualmente, a humillarse y a someterse. Debido a la diferencia y al tamaño de la tarea que tienes entre manos, debes elegir sabiamente tus propios objetivos y las reglas que él deberá seguir para conseguirlos.

Como con todo, el término medio se alcanza a menudo a través del compromiso. Si deseas que te atienda y te mime al completo, tendrás que jugar con su fantasía. A él le encantará, y tu obtendrás mejores resultados. Haz que tu primer objetivo sea averiguar qué lo motiva, cuáles son sus fantasías sexuales más íntimas, … y usa esta información para provocarlo y excitarlo, incitándolo a seguir sirviéndote incondicionalmente y aceptando una relación con una dirección más femenina.

Hay oportunidades; él fue quien demostró interés inicialmente, y quien te sugirió un posible cambio en la forma de vida hacia uno que cumpliera sus fantasías, y que era apenas un simple juego de dormitorio. De esta particular fantasía suya puedes asumir con seguridad que:

  1. Él quiere que ejerzas el poder sobre él incluyendo la humillación y algún tipo de castigo.
  2. Quiere que tu interés y tu participación sean altos y que muestres confianza y exigencia.
  3. Quiere que controles el sexo y sus orgasmos, incluyendo a menudo fantasías de sexo fetichista con accesorios y vestuario adecuados..
  4. Quiere renunciar a su control y cedértelo.
  5. Tiene un gran interés por tu cuerpo y por servirte como mujer.

Aunque sin duda al principio estés abrumada y posiblemente confusa, recibir tal atención desenfrenada y entusiasta por parte de tu hombre no sólo se convierte rápidamente en diversión, sino que resulta increíblemente adictiva. Es un hecho que casi todas las mujeres que entran en este estilo de vida rápidamente ven las recompensas, y dicen que nunca elegirían volver a la forma que solían tener sus relaciones con su hombre. Con un poco de variación y de planificación, puedes disfrutar de los ricos placeres personales del hombre que amas mientras juegas con su fantasía.

El truco para entrenarlo y mantenerlo motivado consta de dos elementos; un cierto control de sus orgasmos para asegurarte de que la masturbación no lo sume en un estado constante de indiferencia sexual / emocional, y una dosis regular de excitación para mantener activa su energía sexual.

Vamos a tratar con el primer punto, la gestión del orgasmo, que a menudo se llama castidad o se asocia con ella.

Castidad – Una clave importante en una relación dirigida por la mujer

Es una observación común que los hombres tienden a ser sexualmente promiscuos. Dejados a su propio antojo, los hombres optarían por tener múltiples parejas, extendiendo su “semilla” lo más ampliamente posible. El sexo es rápido, a menudo brutal, y se centra en un solo objetivo – la eyaculación. La eyaculación deja a los hombres agotados y, a menudo, decepcionados. Dejan de centrarse en su pareja o en la imagen que provocó su fantasía masturbatoria. Parece que el hombre después de la eyaculación pierde las señales biológicas y emocionales, y comienza a buscar a su siguiente pareja sexual. No es de extrañar que las mujeres estén tan insatisfechas con sus parejas masculinas …

Las relaciones dirigidas por mujeres requieren que el varón supere esta predisposición biológica y el condicionamiento cultural que la refuerza. Las relaciones dirigidas por una mujer requieren que el hombre encuentre el máximo placer en el placer de su pareja, en lugar de subordinar su placer al suyo. Esta reorientación es un reto profundo para un hombre, que sin duda explica el bajo (pero creciente) porcentaje de relaciones dirigidas por mujeres.

Un programa de castidad es la mejor manera de que los hombres se reorienten para ser adecuados para una relación dirigida por una mujer. Por castidad quiero decir que el varón no tiene orgasmo a menos que sea en presencia y / o con permiso de su compañera.

Algunas mujeres y sus parejas prefieren que el hombre mantenga la castidad mediante la autodisciplina. Otras prefieren la idea de usar un cinturón de castidad para hacer cumplir su castidad. No hay una manera correcta de practicar la castidad, pero la mayoría está de acuerdo en que un hombre que practica la castidad está expresando un profundo respeto por su pareja y por las mujeres en general. Muchos hablan de su castidad como un regalo de su sexo y su energía sexual a su superior femenina y al sexo superior del cual ella forma parte.

Para un hombre acostumbrado a la masturbación sin límites, la castidad es un reto profundo. Sin embargo, es un desafío que vale la pena emprender porque puede ayudar a transformar la relación de un hombre con su pareja. Casi todos los relatos sobre un régimen de castidad señalan que el hombre se vuelve mucho más atento a las necesidades de su pareja, sirviéndola mejor sexualmente y en una miríada de otras formas que son agradables para ella. Las múltiples tradiciones religiosas que usan la castidad / abstinencia como un elemento clave de su práctica espiritual y de la orientación al servicio tienen, definitivamente, alguna base.

Decide restringir sus orgasmos a situaciones en las que primero te haya dado abundante placer de alguna manera, sea sexualmente o de otras formas. Si su necesidad de masturbarse es simplemente demasiado abrumadora, como suele ser el caso, aliéntalo / ordénale que practique la masturbación hasta el borde del orgasmo y que pare antes de alcanzarlo.

En algunas relaciones dirigidas por mujeres incluso se le puede pedir al hombre que, ocasionalmente, proporcione servicio sexual con su pene renunciando a su propio orgasmo, un profundo desafío mental y físico.

Otras relaciones dirigidas por mujeres están orientadas de manera que el hombre casto ofrezca a menudo servicios sexuales de múltiples maneras, pero sin usar su pene. En última instancia, es asunto tuyo decidir la mejor manera de gestionar la castidad en tu relación. Es importante entender, sin embargo, que la castidad es una gran manera de mantener a tu hombre sumiso sintiendo y expresando su sumisión a ti.

La importancia de excitarlo

Como he mencionado antes, un paso vital para volver loco a tu hombre, y controlar o influir  en su comportamiento, radica en comprender y saber lo que imagina o desea en sus fantasías. Realmente no debes subestimar lo crucial que es tener al menos alguna noción sobre las fantasías sexuales de tu hombre, así que trata de no tener miedo de hablar con él sobre esto tan abiertamente como sea posible. En este momento, es justo decir que tiene una clara fantasía sobre ser dominado sexualmente de alguna manera por una mujer segura y poderosa, pero ¿cómo, y de qué manera exactamente? Aquí hay algunos de los temas de dominación femenina más populares que tu hombre puede anhelar en sus fantasías verbalizadas u ocultas.

Temas populares de “dominación femenina”:

  • Dominatrix (También llamada “dómina” – una mujer que toma el papel dominante en la sumisión, la disciplina y el sadomasoquismo (derivado del placer de someterse a abuso físico o emocional)
  • Flogging (también llamado azotar o apalear)
  • T & D ( “Tease and denial” “Excitar y denegar” – usado para describir cualquier técnica que implique la estimulación sexual del hombre para causarle una excitación intensa sin llegar al climax)
  • Pegging (Penetración anal – práctica sexual en la que la mujer penetra el ano del hombre con un consolador sujeto con correas)
  • Feminización forzada (También conocida como “sisificación” – la práctica de cambiar el género de un hombre sumiso, por lo general a través del travestismo (“cross-dressing”), en que el hombre lleva vestuario femenino, que va desde usar ropa interior femenina a estar completamente vestido y maquillado como una mujer)
  • Lluvias doradas (Una parafilia en la que la excitación sexual se asocia con la vista o el pensamiento de la orina o la micción)
  • Ingestión de semen (Un fetiche por el cual el hombre después del orgasmo es forzado a limpiar y tragar su líquido seminal)
  • Castidad forzada (Usando un dispositivo diseñado para prevenir la masturbación o las relaciones sexuales)
  • Cuckolding (Puesta de cuernos – Un fetiche que describe el deseo del hombre de observar a su pareja mientras tiene relaciones sexuales con otro hombre)
  • Bondage (Ataduras – Estar atado o retenido de alguna manera como un esclavo)
  • Tortura de pene y testículos (también llamada “Ball busting” – una actividad sexual que implica la tortura de los genitales masculinos)
  • Face sitting (Sentase en la cara (también conocido como “queening” – la mujer se sienta sobre la cara del varón, para permitir o forzar el contacto oral-genital o oral-anal)
  • Juegos de cera (Se hace gotear cera caliente de velas sobre la piel desnuda de una persona o se vierte con una cuchara)
  • Orgasmos arruinados (Se proporciona estimulación sexual hasta el momento en que el orgasmo es inevitable, y luego se detiene rompiendo todo contacto físico con los genitales justo cuando comienza)

En cualquier caso, que decidas o no ejecutar algunas de sus fantasías es totalmente asunto tuyo. A menudo, simplemente sugerir a tu hombre que sus fantasías pueden hacerse realidad algún día, es todo lo que se necesita para obtener el resultado deseado. Lo que es importante entender, sin embargo, es que él estará mucho más satisfecho y mucho más ansioso por satisfacer todos tus deseos si conoces sus ” secretitos sucios”. No subestimes el valor de poder aprovechar lo que despierta sexualmente a tu hombre. Algunas de sus fantasías pueden ser demasiado personales o vergonzosas para que él las comparta contigo. En ese caso, puedes invitarle juguetonamente o, cuando esté excitado, ordenarle que te escriba algunas de ellas y que te las envié. Tal vez ya conoces algunas de sus fantasías. No lo juzgues por lo que fantasea. Realmente no puede evitarlo, es simplemente lo que le pasa por su cerebro. Lo que debes hacer es infiltrarte en sus fantasías; saber lo que le excita para poder utilizar esa información para ejercer más control e influencia sobre él.

La conclusión es que si no canalizas de alguna manera la energía sexual que deriva de sus fantasías sexuales, encontrará otras maneras de alimentar su curiosidad o su hambre, así que ¿por qué no disfrutar y jugar juntos? No sólo se trata de aprender a provocarlo físicamente, sino también mentalmente. Después de todo, es a través de su mente como conseguirás influir más en el cambio de su actitud y su comportamiento hacia la aceptación de una relación más dirigida por la mujer. Recuerda también que expresar los secretos de su alma es algo dolorosamente difícil de hacer sin la seguridad de que la mujer que comparte la relación lo aceptará y lo valorará como un regalo precioso. Valora y aprecia la confianza que él está dispuesto a poner en tus manos.

¿Para quién es?

Para terminar, permíteme compartir una última reflexión. El fundamento de la autoridad femenina en una relación dirigida por la mujer exige que ella domine al varón, y que él la adore, la sirva y se someta a ella. Sin embargo, por definición, para que la mujer domine, debe tener a alguien sobre quien pueda ejercer su autoridad. Piensa en un planeta poblado sólo por mujeres dominantes, y sin hombres sumisos. Cuando todo el mundo es dominante, nadie es dominante; sin abejas obreras, no puede haber abeja reina. La presencia de un hombre sumiso es lo que otorga a la mujer su oportunidad de dominar. En última instancia, entonces, la dominación femenina nunca puede ser realmente TODO sobre la mujer. Más bien, se trata de que la mujer sea dominante como se ve a través de los ojos de un varón que reconoce su superioridad y obtiene placer y satisfacción personal al adorarla y someterse a su autoridad.

Por lo tanto, ambas mitades de una relación liderada por la mujer son igualmente importantes, con cada una de ellas empoderando al otro en sus respectivos roles. Cada uno experimenta recompensas emocionales y físicas que se alimentan del otro. Es el Yin y el Yang. Es una relación simbiótica clásica como las que tan bien se conocen en la madre naturaleza.

¡Buena suerte y diviertete!



Viewing all articles
Browse latest Browse all 91